A nivel global, la temperatura media ya ha aumentado aproximadamente 1 grado.
Casi la mitad de este incremento se ha producido en los últimos 30 años (NASA 2018, IPCC 2014).
Si se supera un aumento de más de 1,5 grados, existe el riesgo de superar puntos de inflexión irreversibles en el ecosistema, lo que tendría consecuencias catastróficas para toda la humanidad. En ese escenario, la libertad y la prosperidad tal como las conocemos estarían en grave peligro, y millones de personas tendrían que abandonar sus hogares.
Mantenernos dentro del presupuesto de 1,5°CO2 exige objetivos de reducción de emisiones de al menos un 60% para 2025 y un 85% para 2030 (ambos en comparación con los niveles de 1990).